Me pongo a
escribir y salen versos. Ovidio
Voy a hacer caso
al poeta. No preguntaré más por el futuro, y será la Fortuna quien me lleve
hasta donde me esperan las palabras suaves del Escriba. Mientras seguiré con
ofrendas a Imhotep y su compañera Maat, que me permiten aprender lo que está
reservado sólo a los hombres. No te preocupes por mí: seré así feliz envitando
lo susceptible en los dioses porque aunque la magia está en escribir, son sus
palabras las que me dan fuerza día a día. No haré de mi vida una Tristia
cualquiera. Seré parca en quejas y me entregaré a una lengua elegante y clásica
que enseña el Arte de Amar, hasta encontrar la identidad del Cazador de Sueños.
¡Hemos desgastado
tantas sendas en este afán de encontrarnos, han sido ya tantas las caravanas
que partieron en busca de noticias! Las Horas siguen dominando los caballos del
Sol, pero no consiguen su templanza. Son rápidas como liebres y tienen –como
ellas- más afinidad con la luna que con los hombres. Mejor es tener la astucia
de las lechuzas y su inteligencia. Después de todo, una liebre fue la causa de
que Apolo se perdiera. Tienen demasiado prisa para podernos ayudar. Habrá que
hacer surgir un lenguaje diferente, rebelde, y tú, como guerrero que fuiste del
Faraón, tienes que saber mucho de rebeldías. Así como Osiris despertó de nuevo
a la Vida sin dejar de ser el dios de la Muerte, también nosotros haremos uso
de esa dualidad que nos es propia.
Sé que no sirve
de nada llorar. Ni mis lágrimas pueden hacer brotar huellas en una senda abandonada,
pero no puedo evitar unirme a Isis y rogar con ella en sus lamentaciones:
"Belit-Seri,
ven pronto a casa.
Hace mucho tiempo
que no te he visto y mi corazón se lamenta por ti, mis ojos te buscan.
¡Yo te busco para
verte!"
UXA
Fuente: Lamentaciones de Isis y Neftis al dios Osiris.
(Libro de los Muertos)