Puertas abiertas
mariposas en vuelo
buscan noticias.

viernes, 24 de septiembre de 2010

No todos los otoños son derrotas





A Belit-Seri

Me seducen tus palabras, antídoto de sombras y pesadumbres en nuestro caminar por nombres y geografías. Las atesoro. Despiertan mi imaginación desafiando al silencio que mantienes de tu nombre. No temas, no seguiré buscando la leyenda; sé que no me ha sido dado conocer su secreto. Ahora entregada al ritual inapelable de los días ocres, espero la llegada de las lluvias antes que el otoño abra de par en par sus puertas. Esta tierra fertil - aún tibia - retiene el vigor del verano y acoge a los hombres que salen a la siega. ¡Cuántas espigas cortadas! ¡Qué de trabajo para niños y madres! ¡Qué de bronce en el verde! !Qué contraste con los desiertos que detienen las fronteras! Hasta el loto sigue creciendo a la sombra de los sicómoros.

Todo ésto me habla de ti, de un hombre que encadenaba sueños a la vida. Ráfagas de un tiempo que ya fue: ecos, huellas, contornos, palabras, besos, el blanco que te pertenece tánto como a mí, y el otoño que me trae tu silueta alargada. Ahora creo conocer la Verdad aunque quizás los recuerdos la deformen, pero sigue vivo el deseo de alcanzar esa luz que me lleve hasta esa Caravana que partió ya no se sabe cuándo. La maleta está hecha ya. Sólo tienes que decirme: ¡ven!, y haré de este otoño nuestra morada.

UXA





miércoles, 22 de septiembre de 2010

¡Estás tan lejos!




Estás tan lejos
que he tensado ya la memoria que me queda
para no olvidar tu nombre
en esta ausencia absorta
que tiene desordenado nuestros caminos,
donde nos vence la distancia
y no esa generación incrédula de profetas
y la vida que hunde trazos en la piel
hasta quedar abortados los futuros,
pero es el silencio,
la pérdida de la Verdad
y aquellos días amables junto a las Aguas Sagradas,
que fueron matando nuestras imágenes
con perseverancia infinita.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El final del paraíso


Kemet (de viajaregipto)





¡Paraiso perdido!
Perdido por buscarte,
Yo, sin luz para siempre.
R.Alberti



En un principio eran de nosotros el aire y la tierra fértil, el agua viva, los sicómoros y las sombras confidentes. Vivíamos en un tiempo sin exigencias, con los sueños esparcidos como prendas olvidadas sin epitafio. Las imagenes de entonces enriquecieron nuestra memoria, y la fe era el paladín que nos asistía en el recuerdo, hasta que las ciudades se nos volvieron intransitables y déspotas convirtiendonos en fantasmas desauciados y sin nombres.

Desde entonces te hiciste llamar Belit-Seri; mi nombre me lo prestaron los dioses a los que prometimos toda clase de ofrendas y sacrificios. A cambio nos vimos obligados a dejar la tierra de nuestros mayores y comenzar la busca de una quimera extraña de la que no teníamos razón. Absortos en nuestro ego caminamos sendas etéreas, y perseguimos ese destino de romance y abundancia que nos creímos merecedores.

Desafiamos el amoroso cobijo de Kemet y partimos hacia otra dimensión. Te entregaste a la guerra y yo seguí empeñada en descubrir el secreto de un nombre que no fue nunca el tuyo. He marchado por el camino de nuestra leyenda. Recorrí el curso de las aguas sagradas desde Wadi Halfa hasta llegar al mar. Después crucé sólidas montañas. Desafié tormentas y lluvias. Viví historias y descifré rituales. He conocido el silencio del tiempo y el desconsuelo de los poetas, he sentido el calor de los cuerpos y viví el gesto indecible de amar. Nada de ello me hizo conocer esa verdad que pregonas, pero sí tierras luminosas en dirección a occidente. He sabido apreciar la belleza de los paisajes, inmóviles en su propia contemplación. No han sido caminos invisibles los que he andado y las incognitas fueron fáciles de resolver. Nada se me ha hecho extraño.

Ahora estoy dispuesta a defender mi historia de asombros y silencios vacios para que sea reflejo de la verdad, libre de equívocos y malogradas batallas. Recuperaré las palabras de amor que se perdieron en una senda sometida a los frágiles brazos del olvido, hasta que cumplan con su promesa de futuros paisajes. Mientras, como cada noche, escribo tu nombre para que se haga real tu imagen y quede unido a mí para siempre en el regazo de mi memoria.

Uxa

¿Qué ha sucedido en el extraño territorio de Belit?


Acuarela: Antón Hurtado


Es un misterio. Tal vez fuera preciso que el instante, para ser reflejo de algo real y verdadero, debiera formar parte de los relámpagos que duermen en los estratos vidriosos de la fantasía. Llegar a la verdad por el conocimiento –como dices-, siguiendo teorías y valorando definiciones, es la gran confusión del mendigo, la elección es muy difícil: Pedir limosna o morir.


Está la verdad en:

El silencio del asfalto.
La quietud de los segundos.
El letrero "Prohibido", caído sobre el borde del tiempo.
Las huellas del pecado.
El desconsuelo del poeta que llora sobre la imagen proscrita.
El óxido de los años.
La dudosa idea del regreso al Paraíso.
El calor de los cuerpos en el vertedero de la indiferencia.
El frío de algunos besos.
El origen de las voces de amor que se repiten en los barrancos del olvido.
La foto de la princesa carente de ternura.
O en aquella lágrima muerta en el minuto feliz.


Atho no es un sueño que Belit no ha conseguido atrapar. Atho es un impulso solitario, corteza de un lodo triste, corazón de frases rotas. No intenta ocupar el sitio de los dioses, como tú escribes. El ocupa hace tiempo el "silencio" de los dioses. Los caminos invisibles del tiempo se verán cubiertos con los sarmientos de su vida como: Escriba del Faraón, el Cazador de Sueños, el Señor de Barbutania, y … otros, tal vez.

¿No tiene incógnitas tu camino? Peregrinos, arte, paisajes…

Toma sobre tus manos de bellos juncos anudadas "el misterio de la vida". La fantasía de un tiempo de amor que, impulsando tu alma al recuerdo, active el deseo de navegar hasta la Verdad Eterna.


Atho cuenta sus historias al viento como un niño cuenta con sus dedos el eterno rumor de los mares.

José Alvárez (Atho)