Puertas abiertas
mariposas en vuelo
buscan noticias.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

"Piensa antes de hablar, las palabras son poderosas"

                                                                       imagen: wikipedia


"Piensa antes de hablar, las palabras son poderosas"
(de La magia del antiguo Egipto)


Desde que Belit-Seri decidió regresar a La Casa de la Vida, el silencio es el único que habita en el corazón de Uxa. Las palabras, que fueron siempre portadoras de la esencia del Escriba, sufren ahora un letargo que le impide cualquier creación literaria. Sus últimas noticias ya daban muestras de un olvido inconsciente de la poesía y lo sugerente que fueron siempre sus imágenes. Aquel fue el tiempo de una literatura compartida, de paisajes y sentimientos que buscaba inspiración en los recuerdos y en la memoria. Uxa sabe también que esa literatura no va a estar condenada a ningún exilio, ni va a quedar atrás olvidada en los caminos o en las horas que no tienen ya retorno. Las raíces de sus textos están firmamente adheridas a sus orígenes y han crecido anhelando siempre el lenguaje poético, lo sensitivo de la voz. Uxa no ha estado nunca en La Casa de la Vida; solo los escribas y los sacerdotes -servidores de Ra- tienen acceso a esas enseñanzas, pero conoce el uso de la escritura y el poder de la palabra escrita, considerada la lengua sagrada de los dioses.

Sin embargo, la fe de Uxa en ese poder mágico se ha hecho vulnerable al rumor airado que le llega desde la plaza Tahrir. Aquel lenguaje, estrenado por los iniciados en una nueva gramática, ha perdido veracidad. Lo que fue entonces oratoria de batallas y sintaxis valiente ha resultado una declinación de futuros inciertos. Los que fueron seducidos por la palabra están viendo sacrificado su destino, sin lo sensitivo y poético de la voz. La violencia es más poderosa que el lenguaje.

Uxa ya no cree en promesas intermediarias. Desde que Belit-Seri le acercó al silencio, percibe un nuevo lenguaje, casi primigenio, y una prosa libre e imprevisible que surge de las fuerzas internas de quienes están en disponibilidad de pensar. Quizás sea este el secreto que conocia Isis, cuya palabra resucitó a Osiris. También ellos, los que comparten la palabra, ritos y nombres, los que quieren afrontar una gramática diferente -tantos miles en la plaza Tahrir- siguen anhelando el lenguaje poético que se salga de los moldes fijados hasta encontrar una perfecta conjugación. Sólo entonces volverán las palabras a recobrar su poder.




domingo, 30 de octubre de 2011

Las letras como único vínculo


¿quién usurpa mi memoria y mis raíces?
¿quién decide sin apelación mi destino?
¿quién registróme en el obituario
si todavía aletea en el aire
el resuello de mis antepasados?.
(Lamento Morisco - Mohamed Chakor)



Las letras son el único vínculo que me une a ti y a nuestras raíces, pero hace tiempo que tus palabras están ausentes. Con frecuencia me asaltan las imágenes que fueron protagonistas de nuestras historias y divago por todos los paisajes que nos hemos escrito. Es un recorrido lleno de zozobra a través de los mitos y rebeldías que cruzaron nuestras vida, como un juego definitivo que aporta pruebas y reconocimientos. Con ésto hemos ejercitado la palabra; un ritual que nos dió armonía y belleza, pero también nos ha hecho vulnerables.

Existe una teoría que dice que la memoria es el modo de afrontar los problemas del tiempo. Lo que conocemos del pasado puede tener repercusiones en el presente y condiciona el mañana. De esta manera influye en nuestra manera de hacer frente al futuro, sabíendo lo que dejamos atrás. El tiempo nos hace sentir en tránsito, y la memoria nos compromete; ambos establecen las reglas. En la Casa del Escriba aprendiste a escribir tu nombre en páginas de barro y fuiste elegido por los dioses, para ser portador de la palabra a las siguientes generaciones. Por eso extraño tu silencio, la falta de noticias convierte nuestro presente en un árido camino, que usurpa la memoria y las raices y deja un paisaje desolador.

¿Es esto vedad, Belit? Quizás es lo que ha decidido nuestro destino.
Uxa



sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Cómo seguir adelante?





imagen:wikipedia



“La vida toda no es nada más que preguntas convertidas en formas,
que llevan en sí el germen de las respuestas… y de respuestas preñadas de preguntas.
Aquel que vea otra cosa es un loco”.
GUSTAV MEYRINK. El Golem.



No se tienen noticias de Uxa. Pasa el tiempo y su recuerdo se convierte en una cierta nostalgia y pierde vivacidad. Las sombras silentes del olvido merodean en las últimas letras del Escriba. Está inquieto. Desde su destierro escribe sobre unos sueños que parecían imposibles, pero que aún le hacen llegar una corriente de vida, de imágenes renovadas. Belit-Seri rememora su felicidad perdida cuando dejó las tierras fecundas de Egipto. Los recuerdos son un lenguaje único que rellena los espacios vacios, un regalo. Sin embargo, hay lamento en sus palabras y confusión. Cree que los dioses son contrarios a su destino. La ausencia de noticias de Uxa lo considera una derrota y no confia en su capacidad de amar.

Belit lamenta no poder volver a Kemet; en Mesopotamia busca la quietud, el descanso. Pero el temor vuelve a él cuando algunos viajeros le informan de haber visto a Uxa muy próxima a la capital del reino nazarí. Él sabe del acoso de los cristianos, de la caída de Alhama, de las desavenencias entre el nuevo sultán Alláh Muhammad, al que conocen con el nombre de Boabdil, y su tio el Zagal. La situación puede ser peligrosa para Uxa si los cristianos avanzan y sitian la ciudad. Los dioses no atienden súplicas ni las ofrendas harán cambiar sus decisiones, y Belit-Seri se entrega inconsolable a una letanía de lamentos por un futuro que naufraga. ¿Cómo seguir hacia delante? La ausencia de Uxa le hace sentirse incompleto; ha perdido la confianza en cualquier creación mágica, en la chispa divina, que le acerque la palabra de Uxa. Ningún conjuro hará hablar a su golem y tendrá que conformarse con el recuerdo de su imagen hasta que él deje de huir. No le faltará la ayuda y el poder del dios perfecto, Necher-Nefer.



Desde Iabet


Bajo un cielo azul, caminante como sombrajo de luna, me encuentro huido, una tristeza en construcción me abraza. Como hiedra que brota de una noche de olvido, no puedo recordar la felicidad perdida.

Alejandría, lejano horizonte, largo camino de un destino que, como el Nilo desgarra el desierto, desgarra mi alma el largo tiempo sin poder volver a Kemet y abrazar a la princesa UXA.

¿Es mi cuerpo o un golem? Yo no soy ese que veo en las aguas tranquilas de este lago donde la diosa-dragón Tiamet colmó de lágrimas y nacieron las fuentes del Tigris y el Éufrates. Un vendaval de arena oculta la vieja luna. Silentes pasos de brisa se desvanecen en la niebla.

¿Mirar hacia delante, mirar…? ¿Cómo? y, ¡si no existiera para mí el día siguiente!

El recuerdo de tu visión es un regalo del destino. Como la mirada de la Esfinge, es el símbolo del enigma de la existencia humana. Derrota cruel.

Todos los amores, a lo largo de la vida, les gusta quedarse con el sueño imposible.

Este valle de Mesopotamia aquieta mis pensamientos. No hay sombras en los montes. Ni temblor en las hojas de los árboles. El viento murió lejos, entre olivos de Al-Ándalus. Mi recuerdo es tu sonrisa. Lloro tu ausencia. Soy esclavo de un tiempo de flores de loto. No me canso de huir. La confusión me sumerge en el vacío, en la incapacidad de amar. Parece un viaje al fin de la realidad.

Espero que Eolo me haga entrega de un odre que contenga los vientos contrarios a mi destino.

Que la tierra de juncos del Alto Egipto, como la tierra de papiros, del Bajo Egipto de acojan con el amor, salud fuerza de Necher-Nefer, dios perfecto.

Belit-Seri

jueves, 9 de junio de 2011

Varado en sus pupilas acunó el deseo hasta dejarlo dormir. *

imagen: Wikipedia


Ella, inquieta, esquiva a veces, inatrapable, no necesitó beber del Caldero de la Sabiduría, para saber que en alguna parte del espacio, hay quien sigue iluminando el Eterno Retorno en el paso irreversible de la vida. Su memoria dialogó con el Tiempo abarcando elementos, rescatado el pasado con la denuncia apasionada de su Ideal. Fue Ptah, el Señor de La Verdad, quien le dijo que siguiera sus sueños mientras estuviera con vida, y esta se convirtió en la herencia que fecundó sus raíces, ascua prendida en la piel. Así era siempre Uxa, resistiéndose a colgar esos sueños en el ciprés del olvido, empeñada en descubrir en el nombre silenciado las claves de la Arcadia Feliz.

Recorrió un largo camino durante meses y años, días con tardes enmudecidas de luz, íntimos paisajes y frágiles horizontes en grávidas tierras, encuentros en el remanso de la soledad. Hubo también sombras que anidaron miedos con brotes de nostalgia, y un cúmulo de impedimentos que hizo vulnerable al Destino. Caminos secretos y extraños hacia una Verdad osada e inexorable de ausencias y presagios, cruel como el tiempo que recluye los sueños en el desván de la memoria.

Sí, ha pasado ya mucho tiempo y Uxa regresó a su origen, a la orilla de las Aguas Eternas, a la sombra de los Sicómoros, donde aprende del Loto Blanco su paciencia. Ahora el Nilo le recrimina su alejamiento, y empieza a sentir el vacio por la ausencia del peregrino que la acompañaba en la hermosa locura de una sinfonia de sueños compartidos. Y mientras escribe el último mensaje que ya no contiene palabras, va sintiendo acercarse la imagen de aquel que comenzó su camino en la Puerta de la Taberna en busca de la Sagrada Barca, Atho, príncipe de Jazaría.

Belit-Seri, escriba del Faraón, descansa en el silencio de la casa de Atón.


·* Último de los papiros encontrados en alguna parte de Creta, a los pies de la diosa MAATI, en una urna de cristal.

viernes, 27 de mayo de 2011

Nada es seguro para el hombre (Ovidio)




Súbitos e irresistibles se presentan los sueños imponiendo sus imágenes. La noche me deja a solas con ellos, en el intento fallido de personalizarlos cada vez que llega el alba. Un empeño que tiene mucho de esa ave rebelde que se negó a probar el fruto del Árbol del Paraíso. También mis sueños son premiados con la continuidad.

Hoy me he despertado vencida: no pude evadir lo irreal de esos sueños que, en el idioma del pasado, me seducían con arriesgadas fantasías rescatando asombros, retazos de recuerdos, y un temblor retenido con el nombre infinitamente buscado de aquel que se fue a dormir bajo los cedros de Orión. ¡Todo quimeras, ficciones, caprichos! A mí no me hace falta soñar para saber que cuando muere el amor, nace otro más jóven; sé de lo efímero que puede ser su fuego, sé que la luz hace el camino junto a la oscuridad de Seth, y sé del carácter voluble de ese sentimiento que, como las leyendas, se entrega al letargo del tiempo y la distancia.

Presiento en tus letras sombras y algo de miedo. Quizás se le apagó la luz al candil eterno que te llevaste a tu nueva vida, quizás olvidaste las palabras de Ovidio, confiando demasiado en tí. Aún recuerdo las tuyas cuando me dijiste que a las personas que habitan el pasado, prisioneras en el hechizo del recuerdo, sólo les queda el desahogo de vivir de los sueños, y me incitaste a buscar la verdad.

Ahora mientras escribo, la noche me coge desvelada: surgen como el ave Fénix, de las cenizas del olvido, imágenes con un lenguaje nuevo, de nostalgias, de recuerdos, de amaneceres. Pero, ¿cómo saber si todo lo que tú me dices es la Verdad? No quiero arriesgarme a la venganza de los dioses, y ser condenada de por vida a tejer el lastre de tus desolados sueños.

viernes, 8 de abril de 2011

Estaré ausente unas semanas; me espera el sur




Ausencia en todo veo:
tus ojos la reflejan.

Ausencia en todo escucho:
tu voz a tiempo suena.

Ausencia en todo aspiro:
tu aliento huele a hierba.

Ausencia en todo toco:
tu cuerpo se despuebla.

Ausencia en todo siento:
Ausencia, ausencia, ausencia.

de Miguel Hernández

domingo, 3 de abril de 2011

Es complicado tener fe


foto:20minutos

Pronto no quedarán aquí árboles ni frutos, tampoco tendremos trigo, dátiles ni miel. No habrá bosques y ni siquiera jardines como los que conocimos en un tiempo que parece ha dejado de existir. Entonces no había que esperar ningún paraiso prometido; la tierra que pisábamos guardaba un porvenir luminoso. Sí, Belit, es difícil ahora creer en el destino y más complicado es tener fe. ¡A quién debemos rogar para que la guerra sea corta, si no hay diálogo, y ningún regente sabe conjugar la paz!

Este aire enrarecido y furioso va más allá de las vecinas fronteras. La pérdida del equilibro provoca una cólera colectiva hasta hacer caer la historia de los pueblos. Me dices que el silencio destruye el paisaje; también los gritos y las voces, los ruidos de las armas, el trasiego de los ejércitos lo hace oscuro y desértico. Así ha quedado la ciudad hoy; los soldados regresaron, sus huellas dejan un surco profundo que tardará en desaparecer, casas y tiendas están de nuevo en sus manos. No, nada va devolver la mirada transparente a los niños, nada va consolar a esas madres que han perdido la esencia del vivir. Se van a necesitar unas mariposas muy fuertes, si queremos que sus alas sean capaces de arrastrar el caos que está agostando todas las siembras de este país.

Belit, no puedo predecir cual será el efecto de tanta hostilidad y falta de lucidez, pero no creo que encontrar La mesa de Salomón te lleve al conocimiento ni resuelva tus dudas; lo cierto es que el día del fin del mundo estará próximo cuando la encuentre.

Uxa

Planté moras



No me debí explicar bien. El sueño de Tahrir, quiero decir: Que su sueño es el sueño de la libertad. "El aleteo de mariposa": El aleteo fue el jóven tunecino Mohamed Buazizi. Y la tormenta que provocó , lleno de rabia, provocó los hechos acaecidos en los regímenes árabes. Sus llamas esparcieron más luz, más luces de dignidad y libertad.

Cuando te escribí: "El viento de desierto me lleva lejos de mi Ítaca", me refiero que trato de encontrarme, aceptarme y vivir en paz conmigo mismo. Trataré de, como dijo W.E, Henley, ser el amo de mi destino.

No te he contado que ha mucho tiempo viví una época con los garamantes, agricultores sedentarios que poseían carros tirados por caballos en sus batallas, cerca de la frontera con Egipto, en un oasis rodeado de un gran desierto, entre las dunas de Ubari y la meseta de Messak. Fui con la misión de comerciar con sal y fieras con destino al Faraón. Las legiones romanas no fueron capaces de vencerlos y ni de arrebatarles parte de sus tierras. Por ello pienso que la guerra puede ser terrible.

"La compresión del otro es fundamental para la paz. Y esta viene del diálogo, primero cultura y luego justicia" Lois d muras.
Debemos rogar que la guerra sea corta. Que podamos llegar todos a nuestra Ítaca. Encontrarnos, aceptarnos y vivir todos en paz.

¿Qué va a pasar ahora?, me preguntas. Los pasos de las guerras se hunden profundos en los caminos, dejando destrucción y odio. La venganza de los dioses, sombras que quiebran la luz y destruye el paisaje. El azul se repite sobre una tierra desnuda, quemada. El paraíso prometido por la divinidad, sin la frondosidad de los bosques, se agarra al silencio de la tierra sin alma.

Uxa, me voy en busca de la mesa de 365 patas, de esmeralda verde pálida, Mesa de Salomón. Ya te contaré. Mas no confío en tener existo. La noticia de su situación me lo ha confesado una bella beduina. Su mirada surgía transparente de la caverna oscura de sus ojos, cuando me hablaba del oro, plata y perlas que adornan la Mesa. No se… al mismo tiempo, su risa se hacía relámpago, ¿ambición o lujuria? No espero hacerme rico, solo espero que sea un hermoso viaje de aventuras.

Como despedida te recuerdo la lectura de uno de los pergaminos que estudiamos en Tebas: "Planté moras y árboles de incienso en tu jardín, nunca se les vio secarse".
BELIT.

miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Qué va a pasar ahora?



Atacaron al faraón para defender al pueblo, y desde el cielo una lluvia de fuego parecía querer purificarlo todo. Hasta el sábado estuvieron aquí sus soldados, y un día después dejaron la ciudad. El pueblo pensaba estar seguro de que iba a ganar la batalla, pero de nuevo ha tenido que huír. Son jóvenes esforzados, que demuestran no tener miedo. Sin embargo, no parecen ser buenos soldados; siguen sin conocer bien las reglas de lo que es una batalla y cada día empiezan con un amanecer nuevo para terminar en una completa oscuridad. Avanzan y retroceden, parten para retornar.

La espera es una lenta letanía de miedos, entre los muros expuestos a los ataques. Familias enteras abandonan la ciudad; llevan una carga interminable de tristezas y renuncias, esperanzas desangradas y sin retorno. En interminables caravanas buscan un oaxis para sus naufragios, un refugio para las lágrimas y la sed. Ya no conjugan el futuro, es una deuda que tienen pendiente, pero saben que la agresión de los dioses no se aplaca facilmente con ofrendas humildes y temen el regreso de los jinetes que, con el fragor de sus armas refinadas y adultas, traerán con ellos el apocalipsis del dolor.

Tu sabes, Belit, que los dioses creen en que toda venganza es justa y necesaria, y hacen sentir que el paraiso prometido es solo de ellos. A la ciudad habrá que rescatarla de las ruinas.

¿Qué va a pasar ahora?

Uxa

miércoles, 23 de marzo de 2011

Itaca


Imagen: wikipedia

Llegaron en caballos de hierro arrojando fuego sobre el ejército del faraón. Pero los dioses no se rinden y profetizan que seguirán luchando hasta la muerte. Después de aquellos días iniciales de alborozo y libertades largamente anheladas, se ha desmembrado la poesía en amenazas y feroces auspicios. Crece el grito de una estirpe castigada con la dictatorial gramática de un regente que ya ha prometido la completa oscuridad. No necesitará de ningún Teresias para recuperar su Itaca; el reino está sometido a una voluntad inabordable y el pueblo aún no ha encontrado ninguna lanza envenenada. Zeus deberá incrementar su castigo para evitar que siga siendo ese desatinado Odiseo el que tenga el poder.

Nada es como debería ser, Belit-Seri. Se necesita ayuda, pero no otros dioses que pidan nuevas ofrendas. Se carece de todo, de una primavera germinada de frutos, de sueños para esta ciudad desesperada, de ternura para alimentar sus raices, de días y de noches plenas de amor y de sinceridad. Hay un pulso entre los que conocen el sabor amargo de la angustia y los que siguen empeñados en dar hasta su ultima gota de sangre por quien se sabe todavía su faraón. Es el fanatismo, enfrentado a normas e ideales apenas musitados, que rompe con todas las conciencias.

Belit, también para mí la ausencia de tus noticias va levantando un cerco de soledad y borra los recuerdos. Trato de rescatar del olvido tu imagen y el sonido de tu voz, de recuperar la gramática que nos identifica. El estruendo de la guerra aleja la palabra y hace tu nombre irreconocible. La palabra, como instrumento con fuerza suficiente para construir o destruir las relaciones humanas. Quizás es ella lo necesario, no para alcanzar lo imposible, sino para despertar las conciencias de quienes la robaron, pues no olvidemos que, según los sabios aconsejan, no debemos separar el corazón de la lengua.

Uxa

domingo, 13 de marzo de 2011

Este no es el sueño de Tahrir


(foto:wikipedia)


Tardaron tanto tus noticias que temí tu olvido, pero mayor es el temor de los que viven aquí ante el silencio de los que se decían comprometidos con su suerte. Desde todos los rincones les llegó un lenguaje preocupado por las situaciones cotidianas, voces hermanas con imágenes de solidaridad. Sin embargo, sólo han sido palabras débiles, sin eco y sin acentos, y nadie se ha declarado en disponibilidad absoluta para evitar la tragedia. El pueblo necesita ayuda. Yo temo por él, por las mujeres y los niños, por los que arriesgan su vida con una valentía que desasosiega y admira. Esta mañana se están intensificando los combates. El peligro viene del cielo, ciudades han quedado destruidas, hay muertos y heridos y muchos son los que huyen. El regente ha recobrado enclaves y ha prometido que enterrará a todos los que se sublevaron a su poder. Este es un caos en el que ni Eurínome sabría poner paz.

Cómo no voy a estar preocupada, Belit-Seri; éste no es el sueño de Tahrir. Conoces poco estas tierras de los bereberes y de los tuareg -hombres azules del desierto- altos y de hermosas facciones; una tierra de escasa lluvia, de oasis con palmeras, olivos y naranjos. Sí, no conoces bien estas tierra y culpas a los hados que te mantienen lejos de ella. Belit, ¿desde cuándo te dejas imponer otra voluntad? No creo que eso sea tu destino, como tampoco creo que un simple aleteo de una mariposa pueda provocar un cambio en la tragedia que se vive aquí. No tardaremos en saberlo.

Uxa

Dhata Y Vidhata, trenzan la cuerda del destino.


Guerreros libios

El Nilo, rio de fortuna, rio de luna, rio de amor tranquilo, acaricia el valle. Rio guerrero, rio que propaga susurros, que refleja cielos azules, rio que ama las riberas, a las flores de loto, un rio que ama su destino
Ahora llora por la umbría arqueada que cubre el paisaje de la plaza de Tahrir, y enlaza el pasado al presente. Su historia ha hecho posible el grito de libertad. Ahora, espera. Pero no están solos.

Cuenta Naguib Mahfuz:

"Le pregunté al sheij Abad Rabbih al-Taih:

-¿Cuándo se arreglará la situación del país?

A lo que respondió:

-Cuando su gente crea que el resultado de la cobardía es peor que el de integridad".

Así que, Uxa, no estés preocupada, todo se arreglará. El sueño se ha materializado en la plaza de Tahrir. Y ha provocado el "efecto mariposa".
Sí, me duele, no poder negar a los hados su sentencia. Pero, el viento del destino me lleva lejos de mi Ítaca.

Sí, conozco, pero poco, esas tierras al occidente del Nilo. La hija de nuestro rey Epafos y su esposa Menfis, hija del dios-rio Nilo, Libia, dio nombre a ese territorio de Cirenaica.

Uxa, dices: el futuro es hoy imprevisible. ¿Cuándo no ha sido inesperado, azaroso o impensado? Los dioses conocen el resultado de tanta tragedia. Los crujidos de sus pasos entre los humanos, crujen. Tan solo, cuando en sus fiestas, comen semillas de loto, olvidan la miseria humana.

Te recuerdo que Eurínome, surgió desnuda del Caos. Danzó para encontrar apoyo para sus pies y surgió la Tierra. Esperemos que de este caos emerja una nueva Eurínome que encuentre apoyo en una tierra de paz.

BELIT

jueves, 10 de marzo de 2011

Resistir hasta el ultimo acento


Qué enfurecidos deben de estar los dioses cuando ninguno de ellos se preocupa de apaciguar los bramidos de tantas fieras mecanizadas. Ellas están dejando huellas indelebles en el equilibrio de los hombres, trastornados por heridas e imágenes de un apocalipsis que cada vez está más cerca. El pueblo sigue siendo castigado por un ejército que ha perdido el respeto a sus propias raices, sordos a cualquier llamada de reflexión. Sí, Belit, éste no es el ejército que conociste, aquel que agrupaba su fuerza para proteger fronteras y ayudar al que lo necesitaba. Ahora montan caballos de hierro y sus armas tiene lenguas de fuego. Fieles seguidores de una implacable deidad, han olvidado su memoria histórica.

Hasta ahora poco he oído de ti. No me escatimes tus noticias, Belit-Seri. Tus palabras me transmiten la poesía necesaria para resistir tanta barbarie. Por caminos en calma me acercas la realidad de un súbito exilio, imagen que condicionó nuestras vidas. Yo se que no fue el miedo lo que te hizo abandonar el Nilo y escoger tierras alejadas del dominio del faraón. Te dejaste aconsejar por la prudencia y sus buenas razones. Quizás ahora que te encuentras lejos puedes hacer más por esa ayuda que tanto anhelan. El pueblo está resistiendo, pero sus armas están sin defensa contra el lenguaje agresivo del regente que le arrebata hasta el último acento de dignidad.

Si, Belit, quizás ahi, donde ahora te encuentres, puedes requerir la voz para los que dependen de su propia fuerza y exigen el sacrificio del rey.

Uxa

domingo, 6 de marzo de 2011

La venganza del faraón les hará pagar caro


foto wikipedia: Fragata Filadelfia. Trípoli, 1804


Belit-Seri, no sé si tienes pensado regresar, pero el futuro aquí es imprevisible y los dioses siguen disponiendo de la vida y de la muerte. Esto se ha convertido en una verdadera guerra que muchos están pagando con dolor. El regente ha recuperado Misrata y está dejando sin esperanza a los que se sublevaron; en Zuwiya hay mucha destrucción y muchos heridos, pero sus habitantes luchan hasta el final. Los dioses, como sabemos de Osiris, tienen un caracter despótico y siguen siendo dueños absolutos de tus días, no sienten compasión y condenan a un pueblo inocente. Castigos y sacrificios es su manera de dialogar. Con el paso del tiempo han perdido adoradores y ahora exigen ofrendas más crueles.

Cuánto sufrimiento le espera a este pueblo, Belit-Seri. Su gente está dando muestra de valor, pero más cara le será la venganza de quien le mutila el lenguaje. No hay nada tan triste como ser desposeido de la palabra. ¿No es así, Belit? Tú que has sido adiestrado en la magia de las letras, tú que escribes en el vacio, en los líquenes, en los papiros de Tebas, sabes que la falta de poesía nos convierte en esclavos extáticos, siervos a los que se les niega la libertad. Desde aquí el único sonido que me llega es el de las armas. En Trípoli hay lucha entre los dos bandos. ¡Pobre ciudad castigada por sitios, incendios que quemaron su biblioteca y tantas guerras!. Tampoco la naturaleza se comportó muy bien con ella que conoció lo destructivo que puede ser un terremoto.

Sí, Belit, el futuro es hoy imprevisible. Pienso que ni los dioses conocen el lugar donde conduce tanta tragedia. El final no está sujeto a definiciones y queda abierto a una libertad herida en la que todavía palpita el deseo de seguir hacia adelante. Me siento afligida con los relatos de los que llegan huyendo, que hablan de combates y muertes, de terrenos perdidos y zonas que mantiene el ejército, y hambre. Mientras, como decía Plutarco, pensando en el tiempo en que estaremos "juntando rostro con rostro, te abrazo y lloro".

Uxa

miércoles, 23 de febrero de 2011

El día de la ira


Desde el país vecino llegan noticias de caos y desolación. La vida es incierta en estos momentos. La gente está asustada desde que el regente, el Guía Supremo, como a él le gusta le nombren, ha dado órden de disparar contra el que se rebele a lo que llama su poder divino. Después de años de opresión y mudez el pueblo ha roto su silencio y se ha sublevado contra tanta demencia. También ahí tienen su propia plaza y ya ha comenzado la lucha del hombre contra su destino.

Belit, conocerás esa tierra al occidente del Nilo y a la que nuestros mayores llamaban Lebu. Tiene grandes extensiones desérticas, y algunos bosques cerca de la costa al mediterráneo que la hacen la zona más fértil y de más población. Con seguridad pienso que has estado en Cirene, centro cultural e intelectual. En su escuela, que fundó Aristipo, se enseña la filosofía del placer inmediato, que declara la felicidad como la tranquilidad que se obtiene del autodomino.

No se si los hombres y mujeres de Al-Libia alcanzarán la tranquilidad. En estos días es difícil llegar a dominar los sentimientos cuando lo único que se les promete es la pena de muerte al que trate de conseguirla. Nadie quiere rendirse o retroceder. La ira del pueblo ha hecho su aparición en el lenguaje, exigiendo recuperar sus valores de integridad. La violencia está creando situaciones alarmantes; los alimentos son escasos y el agua empieza a faltar. Esta tragedia tiene ya asegurado un final funesto en los que hasta ahora han perdido la vida y en los que están heridos.

Sin embargo, hay rumores de que el regente se queda solo. No hay ni un dios que acepte sus ofrendas de sangre ni le considere un mártir. Parte del ejército ha renunciado a estar al lado de un dios falso. Belit-Seri, te recomiendo que no vayas a viajar en estos momentos, pues ya se esta anunciando un éxodo de los que quieren salvar sus vidas. Espera más el momento de partir. Pienso que no será largo el tiempo, pues los astros que marcan su destino le están ya dando malas profecías, y por mucho que quiera exigir a los dioses no conseguirá ni una de las mil vírgenes que cree le van a reservar en el paraiso. Tendría que dar pruebas de gran autodominio para alcanzar esa felicidad.

Uxa

jueves, 17 de febrero de 2011

El espíritu de Tahrir




Belit-Seri, se diría que el destino llega a nuestras vidas dando lugar a situaciones cotidianas que nos comprometen. Desde que recibí tus noticias han vuelto a aparecer las huellas indelebles de nuestro pasado que no admite definiciones. No necesitas mencionar tu partida hacia otras conciencias lejos de los dictados del faraón. ¿Quién puede juzgarnos? Nadie va a calificar tu comportamiento. Buscabas el sosiego en otras culturas con hábitos diferentes, rituales incruentos y un lenguaje nuevo, pero sigues siendo fiel a las raices que te unen a esta tierra de grandes milenios.

La vida nunca es como los sueños nos hacen creer, Belit-Seri, pero no es sueño todo lo que recordamos del pasado y del que pensábamos sería siempre un paraiso. Tampoco es sueño ese deseo de acudir a la llamada de la plaza Tahrir. La realidad de hoy nos acerca la historia y el recuerdo de otras revoluciones, muertes y conspiración. ¡Cómo olvidar aquel faraón hereje, revolucionario y con delirios de poder! Era incapaz de resolver problemas y su ambición llevó al país al borde del desastre. Ahora imperan otras quimeras y ha regresado la calma en Tahrir, pero la violencia mutiló auroras, y existen, como entonces, ladrones de tesoros y saqueadores de tumbas que interrumpen el descanso de los que siguen a Ra. Siempre estarán los que mutilan la Historia.

Belit, tu inquietud con los conflictos y las imágenes disonantes de las últimas semanas muestra tu compromiso con todo lo que dejaste atrás. En tus palabras te dueles de ese exilio que vives, de desatender la belleza, de seguir dando cuenta de un devenir, Te dueles, pero no puedes negarte al destino; llegará el día que lo tengas presente, al igual que el espíritu de Tahrir.

Uxa











El valle calla


imagen de
USHEBTIS-EGIPCIOS


El valle calla, cristalino, irisado… lo desatiendo. Me dispongo a leer tus noticias. El silencio que duerme bajo la arboleda se introduce por la ventana. Despierta mis recuerdos.

¿Por qué el sosiego del Monte Sagrado me hizo recordar el pasado de nuestro querido Egipto? Ahora de camino a Egipto, en esta isla de Chipre en medio de un mar tranquilo, parece brota vigorosa la imagen de mis pasos cubiertos de hojas ocres que ocultan la dirección de mi destino. Fui un cobarde cuando abandoné las orillas del Nilo a cambio de ir al encuentro de nuevas tierras y remotos pueblos más allá del horizonte dominado por el Faraón. Fui un cobarde sin rostro. El amor y la hermosura están allí donde se le deja estar. Ahora, inquieto, como un guijarro que arrastra el rio bravo, la llamada de la plaza Tahrir resuena en mi corazón. Rezaré a Ra cuando se eleve para que me libere de las faltas que habitan en mí.

Uxa, tu recordarás que en tiempo de la fascinante Nefertiti, gran esposa real, existió una amenaza de guerra civil porque su esposo, el Faraón Hereje, hizo caer de su pedestal a todos los dioses, para pasar a un solo dios. Al Dios-Sol, Atón. Un familiar próximo a ella, tal vez, quiero recordar, de la reina madre Tiy, les dijo: "Deberíamos revisar nuestras posiciones. No podemos dejar que Egipto se queme hasta convertirse en cenizas". Y se arregló.

No temas, todo acabará bien,. Esto que sucede en Egipto es un "drama" pero en sentido griego: lucha del hombre contra el destino.

Ahora, la tarde se dobla sobre las lomas gastadas de los montes más altos.

Que la escofina del destino perfile la madera de nuestra existencia hasta conseguir la imagen que deseamos. Creo que la vida en nosotros es el sueño de alguien.

Belit-Seri


domingo, 13 de febrero de 2011

Los dioses ya no tienen la palabra


Por haber ellos (...) asimilado ya la sabiduría celeste de su propio primer padre
por haber ellos asimilado ya el fundamento de la palabra,
por haber ellos asimilado ya el funcionamiento del amor,
por haber ellos asimilado ya las series de palabras del canto esforzado,
por haber ellos asimilado ya la sabiduría que se abre en flor,
a ellos, por eso mismo, llamamos:
excelsos verdaderos padres de la palabra,
excelsas verdaderas madres de la palabra.”


Canto guaraní mbyá,
escuchado por L. Cadogan (citado de Gutiérrez Estévez, 1999).


He descubierto los efectos prodigiosos de la fuerza que habita dentro de cada uno de nosotros; una fuerza de conjugaciones inéditas que clama por la libertad. Desde ayer parece ser que tenemos un nuevo lenguaje del que apenas éramos conscientes. Ahora la palabra tiene rasgos armónicos, que llegan al corazón de quienes la escuchan y que nos acerca lo que estaba lejos y lo que solo era un sueño sin posibilidades. Una palabra que no podía estar en manos de los dioses, dictadores de lengua abstracta, y que han hecho suya los que desde hace días acudían a la plaza Tahrir.

Familias enteras, hombres, mujeres y niños, han abandonado ya este lugar y regresado a sus tareas, al campo, a cuidar del ganado, a sus comercios y labores que les corresponden. Las escuelas han continuado con las lecciones y en las mezquitas se oye la llamada fiel a la oración. Todo sigue la vida diaria de antes. Sin embargo, Belit-Seri, no hay una felicidad completa en esta jornada fusionada ya para siempre con el reconocimiento de la propia estima. Aunque se ha extinguido el poder de una dinastia desfasada y cruel, la desconfianza se adelanta a cualquier autoengaño posible. El faraón ha caido, pero hay muchos que temen las plegarias a Osiris y se preguntan quién seguirá ahora defendiendo su arcadia y velando por todas las creencias y por el nuevo lenguaje que están por aprender.

viernes, 11 de febrero de 2011

La voz de los elegidos


De repente un aire transparente ha marcado esta mañana los perfiles de esta tierra, dispersando todas las iras y sombras amontonadas desde días. Mezclada entre la gente he observado como la ciudad recobraba su razón y todas las palabras extraviadas. Las calles conservan el eco acumulado de tantos momentos vividos aquí. En cada rincón aparece una vida nueva, poesía e imágenes para próximos sueños que se esperan ver realizar. Es el futuro próximo lo que intentan descifrar los hombres; en sus ojos muestran ya una resucitada primavera.

Sí, Belit-Seri, las calles están recobrando su hospitalidad. Después de una noche absorta de voces y miedos compulsivos fluye ahora el germen de todas las pasiones acumuladas en la plaza Tahrir. Jóvenes y mayores, incluso niños, se embriagan de música, banderas y cielos iluminados; después buscarán el descanso y los sueños de una tierra audaz y de una literatura libre y generosa. Espero que los dioses les sean favorable desde ahora.

Belit, te escribo con el entusiasmo de los afectos pronunciados, pero es necesario no oponerse a la precaución por las historias y regentes que nacen de sentimientos opuestos a la ternura. Este es un lugar que evoca la calma para el devenir y quiere olvidar toda la melancolía acumulada. Tal vez por eso tengo necesidad de que lleguen tus noticias mañana.

Uxa

jueves, 10 de febrero de 2011

Harás todo lo que te diga



Soy yo quien te restauró
Soy yo quien te construyó
Soy yo quien estableció el órden
Y tú harás por mí todo lo que te diga, adonde yo vaya.
(Textos de las pirámides)


De ti no han llegado todavía noticias, Belit-Seri, como tampoco hay buenas respuestas para los hombres y mujeres que piden la palabra en la plaza de Tahrir. Las que se han recibido han sido en un lenguaje velado que suscita dudas e interferencias, y una completa desconfianza a todos los susurros conciliadores. Los que protestan temen ser atacados por demonios de metálicas monturas y condenados a la esclavitud; hay prisioneros capturados y otros a los que les han condenado comenzar un viaje al más allá. Ahora escriben su nombre en el libro de la Muerte.

Belit, no debes acercarte hasta aquí. Se recomienda no viajar. Los dioses dan muestra de su poder absoluto exigiendo toda clase de ofrendas con un lenguaje hostil. Las lágrimas de los hombres están trazando en esta tierra roja, don del Nilo, un caudal de emociones y determinación que arrastra una gran incógnita. Aquí tampoco se conoce hasta donde llevará este lenguaje nuevo, pero sí estamos seguros de que no se aceptará un destino sumiso ni una seducción equivocada que interrumpa lo poético y aniquile el respeto a los ideales.

Uxa

lunes, 7 de febrero de 2011

Agrupación de fuerza (desde Al-Qahira)



Después de una noche exaltada, el corazón destrozado de la ciudad amanece poco a poco de un sueño que no ha encontrado el final. La vida parece que recobra el balbuceo de la rutina con una agenda de vehemencias y sacrificios. Hay quienes se afanan en limpiar las calles, rotas y con heridas que tardarán en recuperarse, y en el aire hay restos de voces que quedaron atrás.

No hay nada más, Belit-Seri. Hay quien dice que el país no volverá a ser como era, pero ese cambio aún está por llegar pues parece tener mucho de aquel entonces cuando todos debíamos doblegarnos a un único faraón. Ahora hay otros regentes con otras vestimentas. Quizás las más avanzadas éramos nosotras, las mujeres, que teníamos una cierta independencia y libertad, y los escribas como tú que estabais encargados de transportar la cultura de generación en generación.

Presiento tus deseos de regresar a tu primigenia identidad para defender esa herencia que muchos están olvidando. Y es que entre toda la agrupación de fuerza que se extiende por el centro de la ciudad hay una pequeña parte que no sabe valorar las obras de sus mayores y han inrrumpido agitadamente el espacio que se les tiene reservado. Pero no, Belit-Seri, no es eso lo que quieren la mayoría de hombres y mujeres imbatibles, que todavía esperan el día de la partida en la plaza Tahrir en el centro de la ciudad. Entre los gritos y el ruido de las piedras hay un deseo de una tierra libre y fértil de cosechas que hagan llenar sus graneros.

De momento las escuelas han abierto sus puertas y muchos vuelven a hacer cola para comprar el pan, pero en la plaza Tahrir siguen todavía muchos sin dormir.

viernes, 4 de febrero de 2011

Desde Al-Qahira, "madre de todas las ciudades", para Belit-Seri



Hay rumores de lágrimas en mis letras, Belit-Seri, y un semblante triste distorsiona las historias que te quiero contar. Una alternancia de verbos y conjugaciones va enhebrando imágenes de un tiempo nuevo que me sorprende, recortado de gritos y violencia. Estamos a la espera de un destino, a veces misterioso y otras amenazante, de unos dioses que ya no nos son favorables, convencidos de estar por encima de muertes y resurreciones.

Desde hace unos días la ciudad está llenas de ira y de sombras. Ahora no hay leyes, y el que sea más fuerte alcanzará el poder. Voces descompasadas flagelan el aire amenazando a todo aquel que no quiera comprometerse con la causa. Hombres, mujeres y niños transitan en una especie de euforia colectiva y temperamentos diferentes, pero todos dispuestos al sacrificio y a las ofrendas.

Belit, cuánto siento que no estés aquí, pero es lo más inteligente que puedes hacer. En estos momentos no tendrías ayuda ni de Héspero ni de ninguna de sus tres hijas; tuvieron que abandonar su jardín para no verse envueltas en la contienda. Llueven piedras en las calles que tantas veces recorrimos. En la plaza Tahrir el pueblo está dividido en dos, con las mismas caras, los mismos garrotes y las mismas piedras que se tiran. En la mezquita Sheikh Rakhab hay un grupo que ayuda a los heridos y un poco más allá, al otro lado del Nilo, unos cuantos jóvenes se acercan con no muy buenas intenciones. Las tiendas son saqueadas; ya no hay nada seguro en la tierra de nuestros mayores. El ruido y la violencia es ahora parte del ritual diario de un pueblo que conoce los sacrificios verbales.

Temo por la seguridad de nuestros mayores, Belit, por los que ya emprendieron el camino a través del Duat. Pobres almas que ven interrumpido su descanso. Temo por nuestra arquitectura, por los templos. ¡Son tan vulnerables en los disturbios! Hombres armados se han llevado objetos preciosos y han hecho destrozos en las imágenes que acompañan el sueño de nuestro Faraón. Ah, Belit, no dejo de pensar en aquel tiempo jóven, en nuestros paseos por las orillas doradas, en las dunas y en los oasis, en los sicómoros que nos amparaban del sol. Entonces nuestro mundo tenía un lenguaje amable e inéditas emociones.

Quizás ahí, en Alejandría, entre los monjes del monasterio donde te alojas, no hayan llegado todavía estas tristes noticias. Pero no tengas miedo por mí. Me retiré a la mezquita de Muhammad Alí, en una pequeña montaña en la ciudadela de Saladino. Ya en otros tiempos sirvió de refugio para muchos y estaré segura. Sin embargo, me apena que tus noticias se retrasen: no se mira con buen ojo todo aquello que llegue de fuera. Y recordando al monje de esa famosa Cantiga que mencionas de Alfonso el Sabio, también tu verás todo cambiado a tu regreso. Lo que no encontrarás es el Paraíso porque aquí no hay felicidad, de momento.

Uxa

lunes, 10 de enero de 2011

Belit-Seri se acoge al silencio



También en ti se aprecian las lágrimas, Belit-Seri, y la tristeza acompaña sin reparo cada una de tus historias. Percibo en la intimidad de tu lenguaje, a un escriba vencido por su amor al silencio y doblegado a toda la magia y a veces a lo despiadado de unos dioses que no nos darán respuestas. A ninguno de ellos podrás arrebatarles sus secretos. No esperes otra ayuda, ni de la estrella Héspero ni de ninguna de sus hijas, ocupadas de su arbolado jardín. Deberás ser tú solo el que se enfrente a la vulnerabilidad de la palabra y al ritmo absorbente de los escritos, hasta conseguir mitigar las dudas y recuperar memorias y olvidos. Así volverá la magia de esas letras que crecieron contigo y te dejarás seducir con su inspiración. No te será difícil descifrar la hostilidad o la tolerancia de cualquier jeroglífico.

Sonidos, silencios y emociones, son parte del ritual diario de una literatura que conoce los sacrificios verbales; la palabra como ofrenda y el silencio como fuente de donde nace el saber. La gramática pone voz a las imágenes de un tiempo que ya nos ha abandonado, pero que tratamos siempre de mantener cerca. Belit, no abandones la poesía de los sueños. Deja que sea ella la que hable. Ningún lugar mejor para valorar los silencios que ese retiro al monasterio en el Monte Sagrado desde donde me escribes. Lo aislado de la zona montañosa, el alto muro que rodea al monasterio y de los ascetas que conocen la virtud del silencio te defenderán de equívocos y desalientos. No olvides que, según dijo cierta religiosa en Calcuta, el silencio es en ocasiones un acto de energía.

Como sabes, Belit-Seri, no te puedo acompañar; está prohibida la presencia de mujeres en el Monte Atho, y tengo que acatar la ley. Tu habrás conseguido un diamonitrion, ese permiso especial para poder llegar hasta ahí, del que sólo se reparten cuatro al día. Quédate el tiempo que necesites, los monjes del monasterio te facilitarán lo necesario para vivir. Mientras, busca palabras y preposiciones, piensa versos, escribe estrofas, elabora historias, para no olvidar el hechizo de Alejandría y el perfume de una tierra que guarda tus raices hasta que llegue el momento de volver.

Uxa