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jueves, 17 de febrero de 2011

El espíritu de Tahrir




Belit-Seri, se diría que el destino llega a nuestras vidas dando lugar a situaciones cotidianas que nos comprometen. Desde que recibí tus noticias han vuelto a aparecer las huellas indelebles de nuestro pasado que no admite definiciones. No necesitas mencionar tu partida hacia otras conciencias lejos de los dictados del faraón. ¿Quién puede juzgarnos? Nadie va a calificar tu comportamiento. Buscabas el sosiego en otras culturas con hábitos diferentes, rituales incruentos y un lenguaje nuevo, pero sigues siendo fiel a las raices que te unen a esta tierra de grandes milenios.

La vida nunca es como los sueños nos hacen creer, Belit-Seri, pero no es sueño todo lo que recordamos del pasado y del que pensábamos sería siempre un paraiso. Tampoco es sueño ese deseo de acudir a la llamada de la plaza Tahrir. La realidad de hoy nos acerca la historia y el recuerdo de otras revoluciones, muertes y conspiración. ¡Cómo olvidar aquel faraón hereje, revolucionario y con delirios de poder! Era incapaz de resolver problemas y su ambición llevó al país al borde del desastre. Ahora imperan otras quimeras y ha regresado la calma en Tahrir, pero la violencia mutiló auroras, y existen, como entonces, ladrones de tesoros y saqueadores de tumbas que interrumpen el descanso de los que siguen a Ra. Siempre estarán los que mutilan la Historia.

Belit, tu inquietud con los conflictos y las imágenes disonantes de las últimas semanas muestra tu compromiso con todo lo que dejaste atrás. En tus palabras te dueles de ese exilio que vives, de desatender la belleza, de seguir dando cuenta de un devenir, Te dueles, pero no puedes negarte al destino; llegará el día que lo tengas presente, al igual que el espíritu de Tahrir.

Uxa











2 comentarios:

ANTONIO CAMPILLO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ANTONIO CAMPILLO dijo...

La violencia siempre oscurece la luz que ilumina a los inocentes que desean la paz.
Los ladrones y saqueadores de los tesoros más preciados del pueblo, la justicia y la verdad, ya se han ido con sus manos sacrílegas llenas.
Por supuesto, después de su ilegítimo poder, tratarán de mutilar la historia pero siempre estará presente Tahrir para dar testimonio de la voz de un pueblo cansado de sus tropelías.