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viernes, 3 de septiembre de 2010

El final del paraíso


Kemet (de viajaregipto)





¡Paraiso perdido!
Perdido por buscarte,
Yo, sin luz para siempre.
R.Alberti



En un principio eran de nosotros el aire y la tierra fértil, el agua viva, los sicómoros y las sombras confidentes. Vivíamos en un tiempo sin exigencias, con los sueños esparcidos como prendas olvidadas sin epitafio. Las imagenes de entonces enriquecieron nuestra memoria, y la fe era el paladín que nos asistía en el recuerdo, hasta que las ciudades se nos volvieron intransitables y déspotas convirtiendonos en fantasmas desauciados y sin nombres.

Desde entonces te hiciste llamar Belit-Seri; mi nombre me lo prestaron los dioses a los que prometimos toda clase de ofrendas y sacrificios. A cambio nos vimos obligados a dejar la tierra de nuestros mayores y comenzar la busca de una quimera extraña de la que no teníamos razón. Absortos en nuestro ego caminamos sendas etéreas, y perseguimos ese destino de romance y abundancia que nos creímos merecedores.

Desafiamos el amoroso cobijo de Kemet y partimos hacia otra dimensión. Te entregaste a la guerra y yo seguí empeñada en descubrir el secreto de un nombre que no fue nunca el tuyo. He marchado por el camino de nuestra leyenda. Recorrí el curso de las aguas sagradas desde Wadi Halfa hasta llegar al mar. Después crucé sólidas montañas. Desafié tormentas y lluvias. Viví historias y descifré rituales. He conocido el silencio del tiempo y el desconsuelo de los poetas, he sentido el calor de los cuerpos y viví el gesto indecible de amar. Nada de ello me hizo conocer esa verdad que pregonas, pero sí tierras luminosas en dirección a occidente. He sabido apreciar la belleza de los paisajes, inmóviles en su propia contemplación. No han sido caminos invisibles los que he andado y las incognitas fueron fáciles de resolver. Nada se me ha hecho extraño.

Ahora estoy dispuesta a defender mi historia de asombros y silencios vacios para que sea reflejo de la verdad, libre de equívocos y malogradas batallas. Recuperaré las palabras de amor que se perdieron en una senda sometida a los frágiles brazos del olvido, hasta que cumplan con su promesa de futuros paisajes. Mientras, como cada noche, escribo tu nombre para que se haga real tu imagen y quede unido a mí para siempre en el regazo de mi memoria.

Uxa

4 comentarios:

Diana de Méridor dijo...

La divina escriba acadia continua realizando una magnifica labor, madame. Y es una delicia que haya llegado hasta nosotros a traves de este medio.

Feliz fin de semana

Bisous

emala dijo...

De las cosas más bellas y conmovedoras que he leido. Un verdadero placer

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Que belleza encierran siempre tus textos...me reitero como siempre en mi felicitación hacia tu página y tu extraordinaria sensibilidad....un abrazo de azpeitia

Narci M. Ventanas dijo...

Todo el texto es de una belleza sublime, pero especilamente este fragmento me ha encantado:

"Recuperaré las palabras de amor que se perdieron en una senda sometida a los frágiles brazos del olvido, hasta que cumplan con su promesa de futuros paisajes."

Es todo un poemae, todo un relato, todo un mundo por sí mismo.

Besos